¿Por qué mi gato es destructivo?
Según un estudio, el comportamiento destructivo de los gatos está relacionado con la salud emocional entre felinos y cuidadores. Cuanto más mimados, más destructivos.
Los gatos tienen comportamientos instintivos. Es un hecho. Y entre ellos se encuentra el rasguñar para solventar ciertas necesidades: estirar los músculos, deshacerse de las uñas rotas, marcar su territorio a través de las glándulas sudoríparas de las almohadillas, y para expresar sus emociones. Es por ello que les gustan los materiales firmes y fuertes para poder clavar bien las uñas. Los rascadores para gatos cumplen esta función a la perfección, además de aportar muchos beneficios para tu felino y salvarte de más de un disgusto.
Es importante facilitarle un rascador si tienes un gato doméstico, ya que suelen estirarse y afilar sus uñas al despertarse. Si no tiene un lugar especial donde hacerlo, tu sofá o muebles pueden verse dañados con sus uñas.
Pero si ya le has proporcionado los rascadores y aún así prefiere los muebles, significa que la alternativa se le queda corta y no cubre sus necesidades. Aquí deberás buscar algo que le guste más o cambiar de lugar o posición el rascador ya adquirido.
Según un nuevo estudio de la Universidad Universidad Federal del Río Grande del Sur, en Brasil, el comportamiento destructor de los gatos está relacionado con la actitud emocional entre felinos y sus cuidadores. El resultado de la investigación es que cuanto más estrecho es el vínculo emocional entre ellos, más destructor es su comportamiento.
Aún no está claro cuál es la razón por la que actúan así. Puede ser por llamar la atención para que le hagan todavía más caso o porque los tutores no les ponen límites.
Que el gato deje de arañar los muebles es una tarea complicada, pero no imposible. En contra de lo que suele pensarse, si es posible educar a un gato, pero se debe tener mucha paciencia y conocimientos para conseguirlo. De nada sirve regañarle o castigarle. La mejor forma para hacerlo es a través del condicionamiento operante. Se trata de distraer o ofrecer otra alternativa al felino con otra cosa que sea de su interés.
Debemos recordar que este comportamiento no es solo una necesidad física que tienen los gatos. También pueden aparecer por estrés o miedo, por lo que hay que tener en cuenta si ha habido algún cambio reciente para poder solventarlo de la forma adecuada y no dañar el vínculo creado con nuestro minino.